El trabajo presentado es producto de una búsqueda de imágenes realizada en los últimos años, en distintos lugares de Argentina, México y Chile.

De allí es que surge naturalmente para mí como una mirada de los cielos de Iberoamérica.

Los cielos, particularmente el nocturno, ha estado siempre formando parte de la cosmovisión de los pueblos de Nuestra América y a partir de allí es que entiendo esta mirada como una mirada unificadora, desde nuestro lugar en el mundo, insertándonos en el Universo.

Las características de cada región le agregan su particular matiz a partir del horizonte que las incluye.

En síntesis podría decir que el cielo ha estado siempre asociado a nuestros sueños y en lo personal siento que se trata de un sueño bello e integrador.