En El último apaga la luz, Séverine Hubard, artista francesa nacida en 1977, refleja a través de instalaciones, esculturas y acuarelas su experiencia durante los años que vivió en Buenos Aires.

En esta muestra desplegada simultáneamente en tres salas del Recoleta habrá una gran instalación interactiva realizada con elementos reutilizados como durmientes de vías de ferrocarril, un mangrullo caído en el centro de la sala o acuarelas con pequeños trozos de billetes pegados que representan diferentes elementos típicos del consumo y la cultura local como un sifón, un arco de fútbol, una bicicleta, un cajón de fruta o una ciudad de cartón construida con desechos de fuegos artificiales.

Siempre atenta a la vida tal como aparece organizada, Hubard desvía los materiales que ha extraído para agenciarlos según sus deseos, desequilibrando al espectador con una visión alegre y subversiva de las cosas.

Sobre la artista: Séverine Hubard hace instalaciones, esculturas, intervenciones, videos y dibujos. Recibió el Diplôme National Supérieur d’Étude Plastique en Nantes en 2001 y participó en numerosas residencias en Europa, Canadá, África y Asia. Es representada por la Galería Marion Meyer Contemporain en París. Colaboró el Instituto Cultural de la Embajada Francesa.

Artista: Séverine Hubard

PALABRAS DEL CURADOR
Caminar en las vías tiene su propio ritmo, que se repite regularmente. Concentrarse en ese ritmo puede convertirse en una especie de mantra. Severine organiza los durmientes según su orden y deseo. Traza un camino. Su camino.
Una torre ha caído. Algo se derrama. Algo que será barrido al terminar la fiesta. La muestra, quise decir. Y lo que no, se habrá depositado en forma de nubes sobre retratos de Buenos Aires.
Todo se puede reciclar, incluso uno mismo. Severine recicla, se recicla y levanta una ciudad con desechos de fuegos artificiales ¿Construye una ciudad en ruinas con las ruinas de una fiesta? ¿O la re-construye?
¿Habrá que irse? ¿Buscar otra fiesta? ¿Otra muestra? Seguir andando hasta encontrar nuevas celebraciones, ritmos, caminos, estallidos y nubes de papel.
Laura Spivak