La Ruta del Saber
De martes a domingo, de 11 a 19 hs
Fecha: | Del 05/09/2018 al 07/10/2018 |
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Lugar: | Pabellón de las Bellas Artes de la UCA |
Dirección: | Av. Alicia Moreau de Justo 1300, C1107AFB CABA, Argentina |
Género: | Muestra |
INFO
La Ruta del Saber
por Cecilia Cavanagh
Directora del Pabellón de las Bellas Artes
El Pabellón de las Bellas Artes exhibe una muestra curada por el distinguido critico chileno Ernesto Muñoz. Una selección de quince artistas contemporáneos venidos a Buenos Aires desde el Imperio Inca por el irresistible encanto de la Ruta del Saber.
Aisha Asconiga parte de imágenes de publicidad de cosméticos, o de prometida belleza para el consumidor, y consigue transformarlas contra sí mismas, recomponiéndolas con su pintura y con la aplicación de citas de las mismas revistas de la moda en collages, reconstituyendo avisos conspiradores en nuevas fotografías.
En su Serie Paisaje sublime, Luis Martin Bogdanovich se representa en sus imágenes fotográficas como a un viajero del SXIX, capturado por una mezcla de la serenidad en el aislamiento, y de la fascinación que transmiten la grandiosidad de escenarios, en este caso rocosos, extraordinarios.
La repetición del huevo en la pintura de Mateo Cabrera, y la espontaneidad que marca su disposición desordenada con algunas cascaras que están rotas y otras no, además de lo que nos informa la escritura respecto a La Montaña Sagrada, sabemos que hay una yema adentro del huevo que es el aire por lo que inmediatamente anhelamos que el huevo se siga incubando de manera exponencial.
En la teatralidad y el transformismo que combina Christian Fuchs para retratarse a sí mismo como sus ancestros, con asistencia de maquilladores y vestuaristas, y su internalización integral de los personajes, el fotógrafo restituye con intensidad la figura de sus antepasados, representando una apertura afectiva y emotiva a su memoria.
La confección de cada pieza en cerámica que Chiqui García trabaja en forma circular irregular y en variados colores terracota y cielo, con características estilísticas que hacen caso omiso a la materialidad del mundo, se acentúa en las construcciones combinadas del conjunto y en la perspicaz relación que se forja entre sus arcillas y pigmentos con la cerámica del Antiguo Perú.
Los collages de Joan Jiménez, realizados con retazos de afiches en colores luminosos arrancados de las calles, atormentan al espectador con el consumismo voraz que expresan, manifestándose en los incalculables anuncios publicitarios de una ciudad: un mundo del cual muchos jóvenes a los cuales les gustaría poder cambiar el mundo, quedan marginados desde sus albores.
Formas geométricas imaginadas, planos con trozos de papel en colores puros, en blanco y en negro, pedazos de varillas de madera yuxtapuestos al papel, colores y formas que se entrecruzan en los collages de Raúl La Madrid, sugieren un movimiento enérgico.
La expresión grotesca de Mateo Liébana se revela con incondicional soltura, invitando al espectador a una playa abarrotada de gente que se exhibe carentes de escrúpulos y a sentarse en el trono de estrella frente a su correspondiente alfombra, delante de personajes retratados sin limitaciones sobre tablas de surf.
La fotografía de Felipe LLona descompone edificios de una metrópoli en formas geométricas simples, con líneas limpias y sencillas, que seguidamente recompone con la utilización y combinación de colores, irradiando una visión más amplia, casi cósmica de la edificación.
La trayectoria que sugiere la textura del papel arrugado, la pureza y la luminosidad del cobalto, metal estratégico de la nueva generación tecnológica, y la simplicidad geométrica de la obra de Michelle Magot, convoca a dialogar con el espectador despertando una sensación palpitante y acogedora.
Las bolsas de residuos negras que Ado Martin Torres pinta cubriendo un rostro, una fracción de cuerpo o imaginando otro beso tapado, cuyo simbolismo refiere a la dificultad de enfrentar un mundo de caos y desorden, enfatiza en el inadaptado que queda excluido e incomprendido.
Los picos de minero obsoletos que Fernando Otero fue coleccionando, son reevaluados y remodelados por el artista, adoptando la formula retorica de la sinécdoque (designar una cosa con el nombre de otra), combinando relato e historia, símbolos y emblemas, y dándole formas contemporáneas a huellas que dejaron dichas herramientas.
La disposición de las Tres Gracias de Cecilia Paredes en su fotoperformance están íntegramente de espaldas, con un rodete recogido y envueltas en una túnica de mangas anchas, en la misma tela que el empapelado de la pared, mimetizándose con los jarrones escultóricos y las dimensiones acentuadas de las flores, y solventando su incorporación al entorno
Los maíces tallados en piedra de Huamanga de Carmen Reategui emplazados en una instalación, evocan al paisaje rural transformado por el arduo trabajo en chacras; y con la confianza y la fuerza del azul, y el resplandor del plateado en “Chancay”, representa con distinción Chincha, a pelicanos geometrizados orientados en diferentes direcciones, en defensa de su naturaleza originaria.
Las enigmáticas figuras de Bruno Zepilli, en el mundo interior de la imaginación con rasgos indefinidos, y en el mundo exterior con movimientos que acentúan las líneas ocres ondulantes y las de contorno de las figuras en tonos vivos de rojo y azul, revelan una búsqueda que intenta desafiar la esencia de su significado.
Quiero hacer un especial agradecimiento a Ernesto Muñoz, por su valiosa curaduría y organización de la muestra, a los artistas por su importante colaboración, y a la Embajada de Perú en Argentina por su respaldo a la gestión de la exposición, para la realización de La Ruta del Saber en el Pabellón de las Bellas Artes de la Pontificia Universidad Católica Argentina.