Seis artistas de cuatro generaciones es la propuesta de Galería Vasari para La trama y lo diáfano, exposición que reúne obras de soportes muy variados y cuya consigna es la expresividad de los materiales a partir de poéticas muy diversas a lo largo de cincuenta y nueve años. Y, el recorrido por vía cronológica acompaña la lectura bajo la consigna del título. Noemí Di Benedetto, Eduardo Costa, Dolores Furtado, Ivana Brenner, Camila Lamarca y Sol Pochat, en orden de aparición, han dialogado de manera vital con la materia en un rango que exhibe dramatismo, juegos desde lo experimental a lo insólito, lindes con la extrañeza, y otros.

Hacia fines de los años cincuenta y comienzos de los sesenta el informalismo, la pintura de acción, el art autre, constituyeron en el arte occidental una ruptura radical operada en los principales centros. Buenos Aires tuvo representantes, que adscribieron a ese momento revolucionario. Uno de los objetivos fue poner en foco ciertos aspectos constitutivos de la pintura: la materia, sus densidades y texturas, su capacidad expresiva, el gesto mismo. Y, también se abrió el ingreso de materiales no artísticos al ámbito la obra. El resultado fue la “pérdida de identidad del objeto artístico tradicional”, ya no se trataba de pintura o escultura solamente. Entre ellos, Di Benedetto fue una de las tres artistas mujeres junto a Marta Minujin y Silvia Torras que adscribieron a esa tendencia. Sus ensamblajes en maderas teñidas por el efecto del fuego dan cuenta de la radical agresión a los materiales que surgía de las raíces viscerales y existenciales de aquella poética.