Ballet Folklórico Nacional
Domingo 21 de octubre a las 20.00hs
Fecha: | Del 21/10/2018 al 21/10/2018 |
---|---|
Lugar: | Centro Cultural Kirchner |
Dirección: | Sarmiento 151, C1041AAE CABA, Argentina |
Género: | Ballet |
INFO
A cien años del nacimiento del recordado bailarín y coreógrafo cordobés Santiago Ayala, “El Chúcaro” (1918-1994), el Ballet Folklórico Nacional -dirigido por Silvia Zerbini y Mariano Luraschi- homenajea a su creador con un espectáculo que reúne coreografías de Ayala y Norma Viola y de Jimena Visetti Herrera y Rodrigo Colomba.
Programa
Plegaria
Música: Atahualpa Yupanqui, J. Ramírez Torres, Ariel Ramírez y autor anónimo
Coreografía: Norma Viola y Santiago Ayala
Compaginación musical: Luis Marinoni
Asesor de vestuario: Hernán Cuello
La voz: Julia Elena Dávalos
Diseño de Luces: Gustavo Trinidad
Sobre una descripción de Atahualpa Yupanqui en su libro Aires Indios. En el norte argentino, cuando la aridez y la sequía se extienden por todo el territorio amenazando la vida, los pobladores acuden a la mujer más sabia y creyente del pueblo para que implore al viento que le traiga el aguacero. Y es tan grande su devoción que ella misma se transforma en viento y su plegaria se concreta. Luego llega el festejo a través de una de nuestras danzas tradicionales, “La Cuequita”, a la cual se unirán todos los pobladores.
La huella
Creación colectiva del Ballet Folklórico Nacional, bajo la coordinación de Jorge Caballero, en el año 2009.
Cuando sale el sol
Música: Los Núñez
Diseño de luces: Gustavo Trinidad
Vestuario: Ballet Folklórico Nacional, Jimena Visetti Herrera y Rodrigo Colomba
Coreografía e idea general: Jimena Visetti Herrera y Rodrigo Colomba
La cita (dos danzas tradicionales argentinas)
Música:
“La zamba del pañuelo”, de Gustavo “Cuchi” Leguizamón
“La tristecita”, de Ariel Ramírez.
“La Telesita”, de Andrés Chazarreta
Una tarde de sol y el encuentro prometido de dos jóvenes enamorados.
Juegos pampeanos y Malambo
Música: Oscar Cardozo Ocampo
Coreografía: Norma Viola y Santiago Ayala
Diseño de luces: Gustavo Trinidad
Cerca de 1870, los paisanos se reunían en las llamadas “pulperías”, locales solitarios que se encontraban en la inmensidad de la pampa y a gran distancia unos de otros. Allí reinaba la alegría del encuentro y los concurrentes practicaban sus entretenimientos favoritos: juego de pato, carrera de cuadreras, juego de taba, riña de gallos, visteada (práctica del manejo del cuchillo y la rapidez de la vista para la pelea). Y en los atardeceres nunca faltaba un romance entre el gaucho y una moza que se declaraban su amor por medio de un “escondido”, danza de la época. Luego venía el desafío entre unos y otros de la danza más viril, cuyo zapateo remeda el galope del caballo: el malambo.