El director y compositor argentino Roberto Caamaño (1923- 1993) desplegó una reconocida labor como pianista y luego una intensa actividad docente. Su legado abarca distintos géneros como obras sinfónicas, vocales, de cámara, sin olvidar su Cantata para la Paz. Se caracterizó por una sólida capacidad técnica de corte tradicional, rechazó toda especulación de índole nativista y confirió a sus obras de carácter religioso, como este Magnificat, una sobriedad que las enaltece y lo sitúa en un primer plano de la música contemporánea nacional. Ejerció la Dirección Artística del Teatro Colón y escribió la historia de su período 1908-1968.