Calíope, hija de la memoria y el relámpago. Resultado de la cópula entre lo que no está pero regresa y lo que al llegar enceguece, haciendo desaparecer aquello que toca. Simulacro y catástrofe. Ficción y presencia. El movimiento y la ilusión de movimiento

Un soldado musculoso hace la guerra. Un poeta ciego da testimonio de la batalla. Un libro de aventuras. Una torsión atroz del cuerpo que no puede describirse con palabras.

En este búnker: Ulises regresa desde Troya hacia su hogar en la República Argentina. Vienen en el barco Perón, sus manos amputadas están sobre el timón, el cadáver embalsamado de Eva gotea formaldehido sobre un lienzo de Pollock, Alejandra Pizarnik come cerezas envenenadas de un retrato de frutas hecho por Arcimboldo, mientras Homero y Osvaldo Principi discuten sobre veredicto de una pelea de Box entre Maradona y un gorila con un solo ojo. Donna Harway le lleva un pierna ortopédica a Calíope, que quedó tullida por cruzar calle Corrientes mirando las estrellas. En Ezeiza, en el palco oficial, Penélope espere frente a los micrófonos.

¿Qué pasará cuando lleguen a casa?

Ficha técnica

Intérpretes: Pablo Castro, Bernardo Vitta

Iluminación: Matías Sendón

Fotografía: Mariana Roveda

Diseño gráfico: Romina Castro

Asistencia de dirección: Julia Perette

Producción: Florencia Siaba

Dirección de arte: Belén Parra

Dirección general: Luciano Delprato

Duración: 70 minutos